Cuando era un bebé, a Maisie le diagnosticaron SMA, una enfermedad rara que provoca la atrofia muscular y que a menudo es fatal antes de los dos años. Un medicamento aprobado por la FDA ofreció esperanza, pero su precio de 2 millones de dólares lo hizo inaccesible después de que su aseguradora se negara a pagar inicialmente.