Bobo se fue a trabajar fuera, yo terminé de ver la función de medianoche de Avatar 3, volví al hotel bajo la lluvia, pedí comida a domicilio y mis pensamientos se deslizaron hacia el vacío. Si mi vida tuviera un observador, seguramente pensaría que tengo un poco de problemas mentales; mientras otros ven videos graciosos para comer, yo, comiendo baozi y pollo desmenuzado, recuerdo el universo de fantasía de Outer Wilds. Por un momento, sentí que mi vida era demasiado pura, y la única diferencia con la época del instituto es que ya no puedo encontrar a mis amigos que solían pensar y debatir sobre estos temas conmigo. Una vez, cuando discutía con Becky, le dije: "No te dejes engañar por cómo soy, en realidad todo es una fachada". No estaba equivocado al decir eso; a ellas les gusta imitar mi firma de WeChat, pretendiendo que yo, al participar en un programa, hago poses y leo esa frase en voz alta, es bastante gracioso. Sin embargo, cada vez que me río, también me siento triste por un rato, no solo porque ya no puedo volver al instituto, donde nadie hablará conmigo sobre estos "temas serios"; lo más importante es que siempre pienso en la época solitaria que viví antes de formar un club en el instituto. Ahora, muy pocas personas saben que alguna vez viví de una manera completamente diferente a mi personalidad.
por cierto, al leer un artículo sobre ondas gravitacionales, descubrí que el nombre del supermercado japonés AEON proviene del griego antiguo "aion", que significa el final del universo después de la gran calma.
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