Los políticos siempre amenazan con cerrar el gobierno. Crean histeria colectiva. Causan confusión y caos. Y luego llegan a un acuerdo y el gobierno continúa operando. A veces, el trato ocurre a la hora 11, otras veces sucede 2-3 días después del cierre. Sin embargo, todo es ruido. El gobierno no podía encontrar la manera de mantenerse cerrado incluso si se les pagaba por hacerlo.