Pensamientos... El fin de semana pasado, mi esposa y yo cenamos con dos de sus parientes, ~ 25. No soporto la conversación superficial, así que les pregunté algo más interesante: ¿qué tan independiente eres? Respondieron rápido, casi compitiendo para demostrar quién no necesitaba a nadie. Esa respuesta no me sorprendió. La cultura ha estado inculcando la "independencia" en las personas de manera tan agresiva que ahora es una insignia de honor. Todo el mundo quiere flexionar lo poco que depende de los demás. Pero de lo que me he dado cuenta es que ser dependiente es un código de trucos. Es la razón por la que he superado las partes más difíciles de la vida y la razón por la que he experimentado las mejores partes. No llegas muy lejos solo. Estar solo es frágil. He dependido de la gente toda mi vida. Mis padres. Mis amigos. Un mentor. Mi esposa. Un día, dependeré de mis hijos. Cada una de esas conexiones ha enriquecido mi vida. Me hicieron más fuerte, no más débil. Y va en ambos sentidos. Hacer que la gente dependa de ti es igual de poderoso. Te obliga a crecer, a mostrarte, a llevar un peso que te agudice. Hay una profunda satisfacción en saber que alguien puede apoyarse en ti sin duda. ...