El precio medio de la vivienda en Sídney es 14 veces el salario medio. 5 de nuestras principales ciudades se encuentran entre los 15 mercados inmobiliarios más caros del mundo desarrollado (Demographia). Tenemos uno de los peores niveles de deuda de los hogares con respecto al PIB en el mundo desarrollado. Nuestra moneda es débil. Con nuestra alta tasa de inflación actual, perderá la mitad de su valor en los próximos 22 años. Las clasificaciones de Harvard sobre complejidad económica encuentran que Australia tiene el perfil exportador de una nación en desarrollo del tercer mundo. Estamos clasificados en el puesto 102 de 145 países, detrás de Bangladesh y los países del África subsahariana. Y nuestras exportaciones de productos básicos están masivamente expuestas a China, que regularmente amenaza con cortar a Australia si nuestro gobierno los enoja. Ayer mismo anunciaron que suspenderán todas las importaciones de hierro BHP. Tenemos uno de los peores resultados de productividad de la OCDE. La productividad ha disminuido en Australia en los últimos años, por lo que el gobierno tiene una tasa extremadamente alta de migración masiva para tratar de evitar que el país caiga en una recesión del PIB. Esta estrategia enmascara artificialmente años de disminución en los niveles de vida. Necesitan seguir bombeando la migración, de lo contrario, la caída de la demanda eventualmente conducirá al colapso del mercado inmobiliario y, con él, de nuestros principales bancos. 5 de las 10 empresas públicas más valiosas de Australia son bancos. 3 bancos conforman el top 5. El Commonwealth Bank of Australia es el 13º banco más grande del mundo por capitalización de mercado a pesar de no hacer negocios fuera de Oceanía. Cotiza a 3,5 veces el precio contable (los grandes bancos estadounidenses 0,9-2,4 veces). Rentabilidad por dividendo inferior al 3%. El gobierno quiere mantener el esquema Ponzi ahora reduciendo los depósitos hipotecarios al 5%. En resumen, estamos jodidos y ni siquiera hemos llegado a la implosión económica todavía. Cuando finalmente golpee, aplastará nuestra democracia y conducirá a un crecimiento masivo del extremismo tanto de izquierda como de derecha. Las décadas perdidas australianas llaman.