Un importante cambio de paradigma de consumo, quizás el más grande desde la era de los teléfonos inteligentes, ya está en marcha. Los robots ya no se limitan a las fábricas; están entrando rápidamente en la vida cotidiana y reemplazando los roles humanos en diversas tareas. Ayer mismo, vi un clip de noticias en Instagram que mostraba que las máquinas de masaje robóticas se están volviendo extremadamente populares en Nueva York. Por $ 60 por 30 minutos, ofrecen una alternativa más barata, consistente y precisa a los servicios operados por humanos. Esta tendencia está transformando la estructura de la fabricación y ahora se está expandiendo a los hogares, donde los robots se están convirtiendo en productos de consumo. A medida que los robots se vuelven más comunes, la industria de la robótica se acelera naturalmente. Así que últimamente me he interesado mucho en invertir en proyectos de robótica. En el espacio Web3, 👉 @gaib_ai tokeniza la producción económica real generada por los robots y redistribuye ese valor a los usuarios e inversores. En otras palabras: > Cuanto más operen los robots, > Cuantos más robots se desplieguen, > Cuanto más profundamente se integran los robots en la vida diaria, el mayor grupo de rendimiento de cómputo + rendimiento de robot de GAIB se vuelve.