Si acaso, la vida amish expone el defecto del socialismo. Un grupo pequeño, culturalmente unificado y voluntario puede sostener la ayuda mutua porque todos comparten valores elegidos. El socialismo intenta imponer ese mismo modelo a millones de personas reacias a la voluntad mediante la fuerza, los privilegios y la confiscación. Colapsa porque no puedes escalar el sacrificio por decreto. Los Amish demuestran que la comunidad solo funciona cuando es voluntaria, lo que significa que su sistema no es socialismo en absoluto, porque en cuanto añades fuerza, deja de funcionar.