A veces pienso en las cucharas. El hecho de que todos en el mundo tengan una. Cada apartamento, casa o edificio, grande o pequeño, tiene un cajón con al menos una cuchara. La tranquila ubicuidad de ello. No elegida por su significado. No exhibida ni celebrada. Simplemente está ahí, siempre ahí. Posiblemente más de un billón de cucharas jamás fabricadas en la historia humana. Una de las cosas más democráticas que hemos creado. La herramienta universal que existe en cada hogar.