En el discurso del arte contemporáneo, el prefijo “post-” se convierte en una forma de que las personas reclamen territorio, en lugar de ser un giro filosófico coherente. El término “arte Post-AI” es fundamentalmente incoherente. No puedes estar “post” algo que aún se está desarrollando. La IA no es una era que concluyó; es una condición estructurante. No es como “post-guerra” o “post-industrial”. Se asemeja más a la electricidad o al lenguaje, algo de lo que no puedes salir. Lo integras, lo ignoras, lo abusas o innovas con ello, pero no lo superas. “Post-AI” finge que la fatiga por la novedad equivale a un cambio histórico. El término ignora la agencia creativa de los artistas que realmente trabajan con IA. Incluso si usas ‘post-’ en el sentido de ‘críticamente consciente de’, eso no describe una nueva época. Simplemente describe la madurez dentro de la misma condición. Mira mi manifiesto de Nueva Realidad a continuación…