En la década de 1930, San Francisco fue testigo de la construcción simultánea de dos icónicas hazañas de ingeniería: el Puente de la Bahía, que conecta San Francisco con Oakland (comenzado en 1933, inaugurado el 12 de noviembre de 1936), y el Puente Golden Gate, que cruza el Estrecho de Golden Gate (iniciado el 5 de enero de 1933, inaugurado el 27 de mayo de 1937). Estos proyectos emplearon a más de 8,000 trabajadores, utilizaron millones de remaches e incorporaron métodos avanzados como cables de puentes colgantes y diseño en voladizo, a pesar de las dificultades económicas de la Gran Depresión.