OpenAI ha lanzado Sora 2, que aunque no presenta innovaciones técnicas evidentes, ha realizado nuevos intentos en el modelo de negocio al combinar la tecnología de generación de video a partir de texto con plataformas de redes sociales. El diseño del producto de Sora refleja una comprensión de las características de las redes sociales. Las redes sociales se caracterizan por interacciones frecuentes, por lo que Sora limita la duración de la generación de videos a 10 segundos, para adaptarse a los hábitos de consumo rápido de contenido de los usuarios. Esta limitación de longitud también deja espacio para posibles servicios de pago en el futuro (como la generación de videos más largos). Desde el punto de vista funcional, la función Cameo de Sora refleja claramente un enfoque social. Los usuarios pueden crear su propio avatar virtual y generar contenido personalizado basado en él, lo que aumenta la sensación de participación e interactividad de los usuarios. En cuanto a la estrategia de promoción y gestión de derechos de autor, Sora ha hecho los arreglos correspondientes. Sam Altman ha hecho pública su imagen virtual para que la comunidad la use, con el fin de impulsar la difusión de la plataforma Meme. Al mismo tiempo, los usuarios comunes pueden establecer permisos de uso para sus avatares virtuales, fomentando la interacción social y el intercambio creativo. Para abordar los problemas de veracidad de la información que pueden surgir de los videos generados por IA, Sora ha diseñado algunas medidas de seguridad. Antes de generar un video, se realiza una revisión preliminar, y se añaden marcas de agua dinámicas de forma aleatoria en el video, además de posibles marcas de agua invisibles, para reducir la posibilidad de uso indebido del contenido. Por lo tanto, creo que Sora 2 no es simplemente una aplicación técnica, sino un intento integral basado en la demanda del mercado y las condiciones tecnológicas.