Efectos de red o nada. El mejor modelo de negocio en cripto es y siempre ha sido la interoperabilidad. La interoperabilidad suena como una categoría cansada en este momento debido al auge (y la posterior consolidación) de tantos proyectos clasificados como protocolos de "interoperabilidad" en los últimos años (desde el paso de mensajes, hasta puentes, preconfs, incluso alt L1s). Pero sea cual sea tu enfoque y como lo llames, lo único que vale la pena trabajar es el producto que será fundamental para facilitar flujos entre cada cadena / aplicación / L2 / entorno. ¿Por qué? Porque esta es la cosa que no se puede simplemente arrancar y reemplazar. O como lo expresó Reid Hoffman: “La magia de los efectos de red es que generan un bucle de retroalimentación positiva que resulta en un crecimiento superlineal y creación de valor. Este efecto superlineal hace que sea muy difícil para cualquier nodo en la red cambiar de un incumbente a una alternativa (“bloqueo de clientes”), ya que es casi imposible para cualquier nuevo participante igualar el valor de conectarse a la red existente.” El único bloqueo que se puede encontrar en el mundo de cripto, de código abierto, fácil de migrar y de hiperrotación, es en facilitar el acceso a liquidez, usuarios y estado. Esto es lo que Near está descubriendo con Near Intents. Esto es lo que Ethereum dominó durante tanto tiempo y por qué ha mantenido su estatus como líder del mercado, a pesar de rezagar en métricas clave como velocidad y rendimiento. Esto es en lo que Monad ahora está tratando de competir. Y esto es lo que Espresso pretende proporcionar al túnel bajo cada otro protocolo. La clave para la interoperabilidad es y siempre ha sido la velocidad. Si puedes resolver la confirmación rápida de transacciones a través de cada cadena, entonces la interoperabilidad está resuelta. Y si eres tú quien proporciona eso, entonces tienes un efecto de red.