La mayoría de las personas intentan ser lo suficientemente buenas, pero las personas que ganan intentan abrumar. No solo se presentan y hacen lo mejor que pueden, hacen lo mejor que pueden antes de aparecer. Se preocupan más. Están enfocados. Están preparados. Prestan atención a los detalles. Cuando aparecen, aportan tanto a la mesa que ganar es casi inevitable.