Una de las cualidades más infravaloradas: Ser agradable de tratar. Mucha gente asume que el éxito viene de ser la persona más talentosa de la sala. En la práctica, las oportunidades van a personas en quienes otros confían y respetan y con quienes disfrutan colaborando. "Agradable de trabajar" no significa agradable o pasivo. Significa fiable. Despejado. Constructivo. Se manifiesta en comportamientos pequeños y repetibles: → Ayudar a resolver problemas en lugar de solo señalarlos → Escuchar atentamente y recordar lo que importa → Entregar de forma constante sin necesidad de seguimientos → Mantenerse estable cuando las cosas se ponen estresantes → Hablando con sinceridad, sin complicar el trabajo más de lo necesario Con el tiempo, estos comportamientos se agravan. Generan confianza. Conducen a oportunidades repetidas. Te invitan a salas a las que nunca has solicitado. Ser agradable de tratar no requiere talento especial ni cambiar de personalidad. Pero puede que sea una de las habilidades con mayor retorno que desarrolles a lo largo de tu carrera.