los mejores vendedores que he visto en mi vida realmente no tienen un interruptor de "apagado". El entorno no importa, es este flujo constante de persuasión, encanto y control narrativo. No están "vendiendo" en el sentido obvio, pero siempre están guiando, siempre dirigiendo, siempre haciéndote sentir como si estuvieras entrando en su mundo.