Existen problemas muy reales relacionados con el crimen y la salud mental en los Estados Unidos que se manifiestan en múltiples direcciones, pero no es cierto en absoluto que las prisiones (o el crimen) hayan reemplazado uno a uno a las antiguas instituciones mentales.

Entre otras cosas, si miras quién estaba en hospitales psiquiátricos antes de la desinstitucionalización, el 47% eran mujeres y el 20% ciudadanos mayores en un momento en que la estructura de edad nacional era mucho más joven. Esta no es la demografía del crimen/prisión en absoluto.

Hay tanto personas que entran y salen de prisión que necesitan ayuda de salud mental como personas en las calles que podrían beneficiarse de un tratamiento coercitivo, pero la antigua población institucionalizada era mucho más grande que eso e incluía a muchas personas mayores, casos de síndrome de Down, etc.