El gráfico escribe la narrativa, no al revés. Nos gusta creer que somos compradores racionales. Leemos libros blancos (raramente), analizamos tokenomics, evaluamos equipos y tomamos "decisiones informadas" sobre qué proyectos apoyar. Pero la verdad es que los humanos no toman decisiones lógicas y luego actúan. Actuamos basándonos en emociones, instintos y impulsos subconscientes. Nuestra mente racional llega más tarde. Y en ningún lugar es esto más visible que en cripto. ¿Qué pasa cuando un token sube un 50% en una semana? El proyecto de repente está "subvaluado." El equipo está "en marcha." La tecnología es "revolucionaria." Los miembros de la comunidad que estaban en silencio durante meses se convierten en evangelistas, hablando sobre fundamentos que nunca leyeron realmente. El mismo proyecto que fue ignorado a precios más bajos ahora es "inevitable." Ahora lo inverso. Cuando el precio baja un 40%: El "fundador visionario" se convierte en un "estafador." La tecnología que era de vanguardia ahora es "vaporware." Los partidarios que eran optimistas hace tres semanas escriben post-mortems sobre señales de alerta que "siempre fueron obvias." Así es como funciona nuestro cerebro. El movimiento del precio desencadena una respuesta emocional (dopamina cuando sube, cortisol cuando baja), y nuestra mente racional se apresura a construir una historia que explique por qué deberíamos sentirnos así. Buscamos hechos que apoyen la emoción, ignoramos los hechos que no lo hacen y construimos una narrativa que se siente bien. Los psicólogos llaman a esto "racionalización post-hoc." ...