Si recortara cada buena línea de Byrne Hobart o Matt Levine, nunca tendría tiempo para escribir mis propias cosas, pero esto de Byrne es demasiado bueno para no compartirlo:

Un hecho extraordinario sobre las finanzas es que hay algunas empresas que son proveedores de servicios financieros específicamente para estafas que, a veces, casi como un accidente industrial, sorprendentemente terminan en una relación contractual con una empresa legítima y exitosa.

Estos suscriptores no son necesariamente eso; algunos IPOs "estructurados" de empresas de software de mercado medio que están sobreapalancados deberían tener un precio distinto de cero, y un capitalista no debería decir que son una estafa solo porque no es un comprador a ese precio.

Pero de vez en cuando te encuentras con infraestructuras de mercado gris donde es imposible que todos en la dirección no sepan el juego que están jugando.

Una parte divertida de leer acusaciones y/o reportes extensos posteriores a los hechos es leer los correos electrónicos internos que a veces son entre ejecutivos desconcertados que se entienden a sí mismos como trabajando para una fábrica de fraudes y otros ejecutivos que repiten la cosa destinada a engañar a los incautos.

Y a veces uno se pregunta: "¿Es ese segundo ejecutivo un verdadero creyente, y por lo tanto sustancialmente menos inteligente que el primer ejecutivo? ¿O están prediciendo que el correo electrónico actual será extraído en una acusación, y por lo tanto sustancialmente más inteligente que la persona que escribe mens rea?"

Mens rea = un concepto legal que implica tener una mente culpable, donde sabes que estás involucrado en un comportamiento envidioso (en contraposición a simplemente estar en el negocio tomando malas decisiones). Demostrarlo a menudo es la parte difícil de las acusaciones por delitos de cuello blanco.

¿La forma más fácil de demostrarlo? Cuando alguien viola el dictado de Stringer Bell sobre la sabiduría de tomar notas en una conspiración criminal.