Con el anuncio de Aave App, @aave compite directamente con los bancos (y los neobancos) al ofrecer un mejor rendimiento en depósitos al usuario común. Pero, ¿qué tan competitivas son históricamente las tasas de Aave? Analizamos los APYs de stablecoins de Aave y los comparamos con los T-Bills a través de tres regímenes de política monetaria: - Período de bajas tasas (ene 2021–mar 2022): Fed cerca de cero. - Período de altas tasas (jul 2023–sep 2024): Máxima restricción con la Fed en 5.25–5.50%. - Período medio-alto (sep 2024–oct 2025): Transición a medida que las tasas comienzan a caer pero permanecen elevadas. A través de los tres, los APYs de stablecoins de Aave superan a los T-bills, NSR y MMR en promedio. Aave consistentemente supera a NSR y MMR durante todo el tiempo y, aunque los T-bills ocasionalmente superan a Aave, esos períodos son más cortos, más raros y ofrecen un menor diferencial que los tramos donde los rendimientos de Aave son más altos. En otras palabras: los valles son más pequeños que los picos, por lo que Aave mantiene un promedio estructuralmente más alto. Esto importa ahora más que nunca. Se espera que las tasas de T-bills caigan el próximo año, entrando en su rango más bajo en 2–3 años. El mismo patrón se mantiene al comparar los rendimientos de stablecoins en EUR en Aave con la Tasa a Corto Plazo del Euro (ESTR). Aunque la ventana de datos es más corta (las stablecoins en EUR se añadieron al protocolo más recientemente), la relación es clara: los APYs de Aave consistentemente se sitúan 1 a 2 puntos porcentuales por encima de ESTR, manteniendo una prima de rendimiento similar a la que vemos en el lado del USD. A través de diferentes entornos de tasas, geografías y referencias de referencia, el patrón ha sido consistente: @aave ha podido ofrecer una prima de rendimiento persistente en relación con alternativas tradicionales de bajo riesgo. DeFi gana al ofrecer una mejor propuesta de valor: mayor rendimiento, accesible para todos.