No creo que el principal problema de @ethereum sea la falta de buen marketing. Eso es un problema táctico, y si la base fuera sólida, podría resolverse rápidamente con dinero, talento y objetivos claros. El problema principal es la falta de habilidades y experiencia en gestión en áreas clave de liderazgo. Es muy obvio, pero si hablas de estas cosas en público pierdes estatus social. El verdadero problema es que muchas decisiones importantes las toman personas que no tienen suficiente experiencia fuera de la burbuja de Ethereum. La experiencia significa construir y escalar empresas reales, liderar equipos de ingeniería complejos, gestionar grandes presupuestos, enviar productos bajo presión y operar infraestructuras críticas. En demasiados casos, los roles clave los ocupan amigos de toda la vida de veteranos del ecosistema, no personas elegidas por su historial o su capacidad para ejecutar a gran escala. Esto se puede ver muy fácilmente: abre LinkedIn y compara los antecedentes profesionales de muchos líderes de Ethereum con los que dirigen Solana. El liderazgo de Solana suele contar con una sólida experiencia en ingeniería, operaciones o producto procedente de entornos exigentes fuera de las criptomonedas. Ethereum a menudo no lo hace. Las cosas han mejorado. Tomasz está haciendo un trabajo excelente y ha introducido una estructura real. Pero tras ver cuántas decisiones se tomaron el año pasado, queda claro por qué acabamos en el caos de ese periodo, conflictos internos, parálisis de gobernanza y una estrategia impulsada por dinámicas sociales en lugar de competencia. Era el resultado lógico de cómo se tomaban las decisiones. Si queremos evitar repetir eso, necesitamos operadores experimentados tomando las decisiones. Personas con verdadera responsabilidad en su pasado, no solo capital social dentro de Ethereum. A veces el ecosistema se siente más como un instituto que como la columna vertebral de un sistema financiero global, concursos de popularidad, círculos cerrados y decisiones moldeadas por quién sabe quién, en lugar de quién puede cumplir. Estoy plenamente seguro de que Ethereum ganará. La tecnología es superior y la visión es poderosa. Pero necesitamos cambiar nuestra mentalidad anti-mercado, elevar el nivel de profesionalidad e introducir una verdadera responsabilidad. Así es como Ethereum crece de un experimento comunitario a una infraestructura de clase mundial en la que instituciones y naciones confiarán.