La tecnología está empezando a parecerse más a los servicios públicos y las telecomunicaciones: pesada en infraestructura y intensiva en capital. Si los favoritos de la IA solían cotizar en función del EBITDA, hoy deberían cotizar en función del EBITDA – capex. Los hiperescaladores ahora están gastando entre el 20% y el 30% de sus ingresos en capex (frente a menos del 5% antes del auge de la IA), a la par con los servicios públicos y acercándose a lo que AT&T gastó en el pico de la burbuja de telecomunicaciones...(¡esta vez es diferente!) Observa de cerca la depreciación: ahí es donde ocurre gran parte de la magia contable. Los retornos de los chips y la construcción de centros de datos no se parecerán a los retornos del software. El hardware se deprecia rápidamente; el software tiene un costo marginal casi nulo y una vida útil mucho más larga. ¡Gracias por su atención a este asunto!